Los aplausos se escucharon y las luces neón de las viejas vallas publicitarias protagonizaron el evento de despedida de Christian Schrader como director del área académica de publicidad de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.
Schraderland: un tierra de luces neón y el legado de un publicista, así se llamó el evento donde se reunieron cercanos al que fue algún día uno de los directores creativos más importantes de Leo Burnett y el decano de la Facultad de Artes y Diseño en la Universidad Jorge Tadeo Lozano. En 1970, Christian Schrader empieza a formar parte de los creativos del equipo de Leo Burnett, años más tarde estudia diseño gráfico en Londres para luego volver a Colombia a continuar su trabajo y más adelante fundar su propia agencia de publicidad. El trabajo de Christian Schrader en la industria se ha caracterizado por tener un gran sentido social, ambiental y humanista en la labor publicitaria, una filosofía que lleva como pilar en su enseñanza, que hoy en día sigue ejerciendo.
Al evento asistieron no sólo colegas de la industria, sino amigos, alumnos, y personas que de una u otra manera han sido marcadas por la única personalidad de Christian, su publicidad humanista y su arte cargado de colores neón, a los que llama “ensambles”. El evento se desarrolló a manera de talkshow, con Christian como invitado principal, mientras diversos invitados iban entrando en escena, el evento se vivió con baile, con un performance de baile de tango, uno de los géneros favoritos del homenajeado y con música también, con una presentación de guitarra a la que se uniría Christian con su armónica, uno de los instrumentos más característicos de su personalidad y que los que lo conocen, lo relacionan con ella.
Schraderland culminó con el regalo de un libro en el que cercanos, alumnos y colegas del trabajo dejaron para la posteridad letras de agradecimiento, admiración y buenos deseos hacia Christian Schrader, por sus años de labor de enseñanza y trabajo. Estas palabras fueron escritas en hojas de papel semilla, un tipo de material biodegradable y por lo tanto amigable con el medio ambiente, dejando en claro hasta el final, cómo Schrader ha impactado con sus valores en los que lo rodean y cerrando así con un “broche neón” una carrera de tanto brillo publicitario en la academia e industria.